Esta fotografía fue realizada en el año 1936, en los astilleros de Blohm und Voss de Hamburgo. El personaje con los brazos cruzados es August Landmesser, uno de los trabajadores de la factoría. De él sabemos poca cosa. Que nació en 1910. Que entre 1931 y 1935 estuvo unido al NSDAP (Partido Nacional Socialista Obrero Alemán) con la intención de obtener trabajo. Que ingresó en prisión en 1938 por “deshonrar” la raza aria al contraer matrimonio con una mujer judía. Y que en 1941 fue dado por desaparecido en combate. En 1991 su hija Irene descubrió, para su sorpresa, esta fotografía en un viejo periódico.
Un hombre destaca entre la masa fervorosa, sumisa o atemorizada. Un gesto que rompe con la uniformidad. El carácter enfrentado a una situación dominante. Una imagen que inspira la afirmación de la propia identidad.
Cincuenta años después, el anonimato del hombre que tuvo el coraje de negar el saludo a Hitler fue desvelado. La fotografía fue utilizada para desestabilizar al régimen nacional socialista. Se lanzó sobre suelo alemán con el fin de que la población siguiera el ejemplo de este anónimo obrero.